Mariposa de Admisión

La mariposa de admisión, también llamada válvula del motor, es el cuerpo del sistema de admisión del coche, generalmente elaborada con aluminio o plástico reforzado, que se encarga de regular la cantidad de aire que entra a la combustión, permitiendo una mezcla apropiada de aire y combustible y reduciendo su consimo.

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¿Qué función cumple la Mariposa de Admisión?

Su función puede variar ligeramente según el tipo de motor. En motores de gasolina, la mariposa regula el flujo de aire que entra a los cilindros durante el proceso de combustión, asegurando que la mezcla entre oxígeno y combustible sea siempre la adecuada. En motores diésel, la mariposa controla la recirculación de los gases de escape, y su labor es crucial para mantener la vida útil del motor. 

¿Cómo funciona la Mariposa de Admisión?

En los motores de gasolina, la mariposa controla el aire que accede a los cilindros a través de los colectores de admisión.

Cuando la mariposa se abre, la presión en el sistema se iguala a la atmósfera.

Asimismo, cuando se cierra, la presión disminuye, lo que ayuda a crear un espacio vacío que permite purgar el vapor del combustible.

¿Dónde se encuentra la Mariposa de Admisión?

La mariposa de admisión generalmente se encuentra ubicada entre el colector de admisión y el filtro de aire en el motor del coche. Su funcionamiento está regulado por la ECU (Unidad de Control Electrónica), que recibe información de diversos sensores. Esto le permite controlar el caudal de aire que ingresa a los cilindros y la mezcla que forma parte del proceso de combustión. Consiste en una pletina que gira sobre un eje, y su posición determina la cantidad de aire que puede pasar a través de la válvula.

¿Qué pasa si falla la Mariposa de Admisión?

Los fallos en la mariposa del motor se pueden evidenciar a través de la pérdida de potencia, tirones del motor o problemas al arrancar, y esto puede tener diferentes razones. La principal suele ser la acumulación de suciedad debido a una combustión incompleta, donde se forman subproductos y partículas de carbono que posteriormente se quedan atascadas en la mariposa de admisión. Generalmente, cuando esto pasa, los gases de escape se tornan de color negro.

Con el uso continuo, la mariposa puede desgastarse o desarrollar holgura en el eje, esto puede provocar fugas de aire no deseadas y afectar el rendimiento del motor. En casos extremos, la mariposa puede incluso romperse debido a la fatiga del material o impactos. Adicionalmente, si los sensores no funcionan correctamente, la ECU puede resultar en una mezcla incorrecta de aire y combustible.

Recuerda que lo más recomendable cuando tu coche está presentando fallos en alguno de sus sistemas, es acudir a un técnico con las herramientas y conocimientos especializados.