En el renting para particulares se trata de pagar una cuota mensual por el vehículo y los servicios. A partir de ahí dependerá de la compañía de renting que elijas para tener que abonar una u otra cuota.
La comodidad y tranquilidad que te ofrecen este tipo de operaciones es su principal ventaja. No tendrás que hacerte cargo de toda la burocracia asociada a la adquisición de un vehículo. No tendrás que abonar los Impuestos de matriculación ni de circulación, tampoco contratar el seguro, etc. Además, en caso de percance, la compañía arrendadora/marca se hará cargo de todo lo que puedas necesitar como la gestión con el taller o si necesitas un coche de sustitución, por ejemplo.