Correa de distribución
La correa de distribución es un componente de un motor de combustión interna que sincroniza la rotación del cigüeñal y del árbol de levas. Su objetivo es permitir que las válvulas del motor se cierren y abran en los momentos adecuados durante las operaciones de admisión y escape de cada cilindro. La correa de distribución, al igual que otros elementos como el embrague o el volante bimasa, debe sustituirse con el tiempo y los kilómetros.
¿Qué es la correa de distribución?
La correa de distribución, también denominada banda o faja de distribución, es una pieza principalmente de caucho que se encarga de transmitir energía mecánica de un piñón de arrastre al piñón que ha de ser arrastrado: el cigüeñal y el árbol de levas.
Tipos de correas de distribución
Si nos fijamos en los distintos materiales que componen las correas de distribución, podemos encontrar hasta tres opciones:
- De caucho: son las más usadas. Destacan por la resistencia y flexibilidad que ofrecen.
- De goma o nylon: cuentan con la misma flexibilidad que las correas de caucho, pero presentan una menor resistencia.
- De metal: también conocidas como cadenas de distribución. Aunque se suelen vender como la opción más resistente, no siempre es así, puesto que se pueden deteriorar en sus zonas más débiles.
¿Cada cuánto hay que cambiar la correa de distribución?
Las averías de las correas de distribución son unas de las más habituales en el cuidado del automóvil y, desgraciadamente, las que conllevan una de las reparaciones más caras. Aunque estos elementos se diseñan y fabrican con la intención de prolongar su durabilidad lo máximo posible, hay que tener en cuenta que como el resto de piezas del coche, tienen un ciclo de vida útil y al final de este será necesario cambiarlos. Los expertos suelen recomendar hacer una visita al taller una vez superas los 60.000 kilómetros, aunque puede depender de más factores, como tu estilo de conducción. Sin embargo, en muchas ocasiones, el desgaste se acelera y esto se traduce en cambiarla antes del tiempo estipulado.
Señales de desgaste
A continuación, explicaremos varios de los principales síntomas de que la correa de distribución se encuentra en mal estado, para que no tengas que esperar a que te toque tu revisión periódica:
- Signos de desgaste en la propia correa: ya sean dientes mellados, grietas, sequedad en la goma o falta de tensión.
- Emisión de ruidos extraños: aunque esto suele darse por una tensión incorrecta, no hay que descartar que pudieran darse más fallos en la correa.
- Vibraciones: las vibraciones mientras conduces pueden significar que la correa se encuentra en mal estado.
- Dificultad para arrancar: el deterioro puede causar complicaciones a la hora de arrancar el coche.
- Emisión de humo: una correa de distribución desgastada se puede traducir en fallos en la ignición, causando que el coche expulse más humo del que debería por el escape.
¿Conoces el renting?
Echa un vistazo a las oportunidades y descubre tu mejor opción.
Estrena sin preocupaciones y adaptándolo a ti