Sistema Anti-polución

El sistema anti-polución, también conocido como sistema de control de emisiones, es un conjunto de tecnologías y dispositivos instalados en los vehículos para reducir la cantidad de contaminantes que se emiten al aire a través del escape del motor. Estos sistemas están diseñados para minimizar el impacto ambiental de los vehículos de motor y cumplir con las normativas de emisiones establecidas por las autoridades.

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¿Qué es el Sistema de Anti-polución?

El sistema antipolución en un coche es crucial para reducir las emisiones de gases nocivos al medio ambiente, y contribuye a una conducción más limpia y amigable con el entorno. Consiste en un filtro de partículas (FAP o DPF) que atrapa las partículas de carbono generadas durante la combustión y las retiene en el interior del convertidor catalítico del escape. Este filtro puede ser de dos tipos: con aditivos (que incorporan líquidos para ayudar en la regeneración) o sin aditivos (ubicados cerca del motor para alcanzar temperaturas más altas). Cuando el filtro alcanza su capacidad máxima de absorción, se inicia un proceso de regeneración para quemar las partículas contaminantes.

¿Dónde se encuentra el filtro anti-polución? Funcionamiento

El sistema de control de emisiones se encuentra en el sistema de escape del vehículo, sin embargo, su ubicación puede variar según el modelo de coche. Consta de varias partes para su funcionamiento:

1. Catalizador (Convertidor Catalítico): El catalizador es un dispositivo situado en el sistema de escape que convierte los gases tóxicos producidos por el motor (monóxido de carbono, hidrocarburos no quemados y óxidos de nitrógeno) en gases menos nocivos (dióxido de carbono, nitrógeno y vapor de agua) mediante reacciones químicas.
2. Sistema de Recirculación de Gases de Escape (EGR): El sistema EGR recircula una porción de los gases de escape de vuelta al motor, reduciendo la temperatura de combustión y, por tanto, disminuyendo la formación de óxidos de nitrógeno (NOx), que son contaminantes perjudiciales.
3. Filtro de Partículas Diesel (DPF): El DPF es utilizado en vehículos diésel para atrapar y eliminar las partículas de hollín del escape. Estas partículas se queman a altas temperaturas durante un proceso llamado regeneración, reduciendo significativamente las emisiones de partículas.
4. Sistema de Diagnóstico a Bordo (OBD): El OBD monitorea y controla los sistemas de emisiones del vehículo. Detecta fallos y asegura que el sistema antipolución funcione correctamente. Cuando se detecta un problema, el OBD enciende la luz de “check engine” en el tablero del coche.
5. Válvula Canister: Esta válvula controla el sistema de control de vapores de combustible. Captura y almacena los vapores de gasolina del tanque de combustible, evitando que se liberen a la atmósfera, y los redirige al motor para ser quemados durante la combustión.

¿Qué pasa si falla el Sistema Anti-polución?  

Es crucial mantener el sistema antipolución en buen estado mediante revisiones regulares y mantenimiento adecuado. Problemas comunes pueden incluir el fallo del catalizador, sensores de oxígeno defectuosos, fugas en el sistema de escape, obstrucciones en el DPF o fallos en la válvula EGR, que pueden aumentar las emisiones y reducir la eficiencia del vehículo. Algunas consecuencias de fallos prolongados en el sistema antipolución pueden ser:

1. Aumento de las Emisiones Contaminantes: Cuando el sistema antipolución falla, el coche comienza a emitir mayores cantidades de contaminantes como monóxido de carbono (CO), hidrocarburos no quemados (HC) y óxidos de nitrógeno (NOx). Esto no solo contribuye a la contaminación del aire, sino que también puede resultar en sanciones por no cumplir con las normativas ambientales vigentes.
2. Reducción del Rendimiento del Motor: Un fallo en componentes como el catalizador o el sistema de recirculación de gases de escape (EGR) puede afectar negativamente el rendimiento del motor. El motor puede experimentar pérdida de potencia, funcionamiento irregular, y en algunos casos, puede incluso apagarse.
3. Aumento del Consumo de Combustible: Problemas en el sistema antipolución pueden causar un aumento en el consumo de combustible. Esto se debe a que el motor no opera de manera óptima, lo que lleva a un mayor uso de combustible para compensar la pérdida de eficiencia.
4. Activación de la Luz de “Check Engine”: La luz de “Check Engine” en el tablero se encenderá para alertar al conductor de que algo está mal en el sistema de emisiones. Esto puede ser indicativo de un fallo en el catalizador, en la válvula EGR, en el filtro de partículas diesel (DPF) o en otro componente del sistema.
5. Riesgo de Daños Mayores: Si los problemas en el sistema antipolución no se abordan a tiempo, pueden causar daños más serios y costosos en el motor y otros componentes del vehículo. Por ejemplo, un catalizador obstruido puede llevar a un sobrecalentamiento del motor.

¿Cómo quitar un fallo en el Sistema Anti-polución?

Para solucionar algún fallo en el sistema antipolución de tu automóvil, puedes seguir estos pasos:

• Verifica los sensores: Primero, verifica si el problema es causado por un sensor defectuoso o sucio. Puedes utilizar un escáner de diagnóstico para leer los códigos de error y determinar la causa exacta del fallo.
• Limpia los sensores: Si descubres que uno o varios sensores están sucios, puedes intentar limpiarlos en casa.
• Reemplaza sensores defectuosos: Si la limpieza no resuelve el problema, es posible que tengas que reemplazar los sensores defectuosos

¿Cuánto cuesta cambiar el filtro anti-polución?

El costo de cambiar el filtro antipolución de un automóvil puede variar según el modelo y la marca del coche, así como del fabricante del filtro. En general, el precio de un filtro de partículas puede oscilar entre 70 y 220 euros. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el coste exacto dependerá del taller que realice el mantenimiento y de las piezas de sustitución utilizadas.