AIC

El AIC es el sistema que ajusta automáticamente la velocidad de los limpiaparabrisas, dependiendo de la intensidad de la lluvia.

Cuando se siente la primera gota de lluvia, el sensor también activa los limpiaparabrisas.

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¿Qué es el AIC del coche?

Las siglas AIC corresponden a Control Automático de Intervalos, siendo este el sistema encargado de garantizar la visibilidad de la luna delantera en condiciones de lluvia. Este sistema es capaz de detectar agua (u otros elementos) en la luna y con ello, activar de forma automática el limpiaparabrisas, ajustando la velocidad según sea necesario. 

Funcionamiento detallado del AIC

El AIC cuenta con un sensor, que se encuentra localizado pegado al mismo cristal delantero del vehículo. El sensor es el encargado de detectar el agua a través de un sistema de luces infrarrojas. Esta luz infrarroja se refleja un total de cuatro veces, hasta llegar a un reflector cóncavo que lo devolverá a un sensor de luz. La presencia de gotas de agua en la luna provocaría una refracción de luz, de modo que el sensor de luz la recibiría con menor intensidad. Tras este proceso, la información recogida será enviada a la unidad de control, donde gracias a los datos almacenados se establecerá la velocidad a la que se accionará la escobilla del limpiaparabrisas.

Para evitar que el hielo o la nieve que se pueda acumular en el cristal interfieran con la luz infrarroja, el parabrisas cuenta con un sistema de calefacción con el objetivo de derretir esa nieve o hielos. 

Beneficios del AIC para conductores y pasajeros

La implementación del AIC en vehículos modernos ofrece numerosos beneficios, entre ellos:

• Mejora de la seguridad: Al mantener despejado el campo de visión del conductor, el AIC contribuye significativamente a la seguridad en carretera.
• Confort y comodidad: La automatización del ajuste de los limpiaparabrisas elimina una preocupación más para el conductor, especialmente en viajes largos bajo lluvia variable.
• Eficiencia: Al ajustar la velocidad de los limpiaparabrisas de manera precisa, el AIC evita el desgaste innecesario de las escobillas y el consumo excesivo de energía.

En conclusión

El Control Automático de Intervalos es más que un simple añadido tecnológico; es una herramienta esencial que mejora la experiencia de conducción bajo condiciones climáticas adversas. Al integrar sistemas como el AIC, la industria automotriz continúa avanzando hacia vehículos más seguros, cómodos y eficientes. En idoneo.es, estamos comprometidos con la innovación y la seguridad de todos nuestros usuarios, ofreciendo vehículos que incorporan las últimas tecnologías para una conducción óptima.