Neumáticos de invierno

Los neumáticos de invierno son un tipo de neumáticos que están pensados para soportar bajas temperaturas, lluvias, nieve y calzadas heladas. 

Un neumático de invierno tiene que poder afrontar temperaturas inferiores a los 7ºC y además tener una profundidad de dibujo mayor de 1,6 milímetros, para expulsar el agua con facilidad y evitar el aquaplaning.

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¿Con neumáticos de invierno hacen falta cadenas?

No, con los neumáticos de invierno no hacen falta cadenas. Los neumáticos de invierno sustituyen a las cadenas en los tramos en los que su uso es obligatorio y te permiten ahorrar dinero al no tener que comprarlas. Los neumáticos de invierno también ahorran tiempo, ya que no hay que colocar las cadenas ni quitarlas.

Además, es mejor utilizar neumáticos de invierno en vez de cadenas por su eficiencia y por su comodidad. Al final, la efectividad de los neumáticos de invierno radica en sus componentes, y las cadenas no pueden equipararse. Por otro lado, al disponer de neumáticos de invierno podemos circular por trayectos que incluyan túneles sin detenernos, ya que en el caso de utilzar cadenas, deberíamos desmontarlas cada vez que entrarámos a un túnel y montarlas al salir.

¿Cómo saber si un neumático es de invierno o verano?

Distinguir si nuestros neumáticos son de invierno o de verano es muy fácil. A continuación te contamos los detalles que los hacen reconocibles:

1. Inscripción. Los neumáticos disponen de inscripciones que los diferencian. Las de los neumáticos de invierno pueden ser M+S, MS o M&S. 
2. Estrías, dibujo y ranuras. Las ruedas de invierno tienen estrías (que los hacen seguros frente a condiciones climáticas difíciles), su dibujo es más pronunciado y contienen pequeñas ranuras en zigzag a lo largo de su estructura.
3. Distancia entre tacos. En los de invierno, la distancia entre los tacos es mayor que la de los de verano.
4. Huecos para clavos. Los neumáticos de invierno tienen huecos para la colocación de clavos a lo largo de su superficie.

Neumáticos de invierno en verano

No existe ninguna ley que prohiba circular con los neumáticos de invierno todo el año, si bien es cierto que no es nada recomendable.

Los neumáticos de invierno en verano gastan más combustible y aumentan la distancia de frenado, por lo que por motivos de seguridad, es mejor utilizarlos solamente en los meses invernales y dejar los neumáticos de verano el resto del año.