26 Abril, 2022

¿Qué es el TCO y cómo afecta a la gestión de flotas?

La definición general de TCO, del inglés Total Cost of Ownership y conocido en español como Coste Total de Propiedad, asocia este coste a todos los gastos generados durante el ciclo de vida de un producto, desde el momento de su adquisición hasta el fin de su vida útil. Es por ello que también se conoce a este coste como Coste del Ciclo de Vida o Coste de Uso. El cálculo de este valor permite simplificar la toma de decisiones que requieran de una elevada inversión económica, como puede ser el caso de la compra de maquinaria. 

Este término, acuñado por el Grupo Gartner en el año 1986, tiene en cuenta tanto costes directos como indirectos y facilita una toma de decisiones más eficiente. Nos encontramos ante una herramienta que ha conseguido adaptarse cada día más al mundo del motor, siendo muy empleada en la actualidad en la gestión de flotas de vehículos de las empresas.

¿Cómo se asocia el TCO a la gestión de flotas? 

Cuando hablamos de flotas de vehículos y de su gestión, el Coste Total de Propiedad es uno de los costes más elevados. El cálculo y conocimiento de este coste permite evaluar las distintas opciones de las que dispone un cliente a la hora de adquirir coches para su flota. Comprar automóviles no siempre resultará la alternativa más viable económicamente hablando, y por ello siempre es interesante valorar otras formas de formar la flota, como puede ser el renting. 

Participar en la decisión de por qué alternativa decantarse para aumentar la flota no es la única utilidad que tiene el coste de propiedad. El cálculo del TCO también puede resultar muy útil para determinar el mejor momento para reemplazar los vehículos, mejora la precisión en la elaboración de informes financieros, y recoge información sobre el rendimiento de cada vehículo perteneciente a la flota. 

¿Cómo se calcula el TCO? 

El TCO tiene en cuenta diversos costes asociados al funcionamiento del vehículo. No es suficiente conocer el coste de adquisición de este vehículo, sino que además es necesario tener en cuenta todos los gastos relacionados tanto con la adquisición del mismo, como aquellos producidos a lo largo de sus años de uso. 

Fórmula para calcular el TCO de un vehículo

La fórmula que recoge todos estos datos es la siguiente: 

TCO = [Coste de adquisición + (Intereses / Costes de financiación) + Costes de funcionamiento - Coste de reventa] / Kilometraje total (u horas de motor) a lo largo de la vida del vehículo

cómo calcular el tco (fórmula de coste total de propiedad)

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¿Qué costes se incluyen en el Coste Total de Propiedad?

Una vez conocemos la fórmula que se emplea para calcular el TCO, solo queda establecer qué incluye cada coste recogido en dicha fórmula. Ni el coste de adquisición equivale al valor del vehículo, ni el coste de funcionamiento se compone únicamente del combustible empleado. Todos los costes cuentan con un desglose mayor del que imaginamos en principio, y es por ello que vamos a explicarlos en mayor detalle a continuación.

Coste de adquisición del vehículo

Este coste incluye, además del valor del propio coche, todas las prestaciones y complementos adicionales que se le decidan añadir. Evidentemente, el coste de adquisición aumentará a medida que aumenten el número de estos complementos. 

Un análisis general de este coste incluye el precio de venta que establece el distribuidor, todos las prestaciones añadidas, así como costes adicionales asociados al diseño y otras características del automóvil, todas aquellas licencias e impuestos necesarios, inspecciones y costes administrativos.

Coste de financiación

Independientemente de que el vehículo sea comprado o pertenezca a un contrato de renting, existe una carga financiera que no podemos olvidar en el cálculo de nuestro coste de propiedad. Los intereses, los costes de oportunidad y los gastos administrativos del alquiler tendrán que encontrarse siempre presentes. 

Coste de funcionamiento

Mientras el resto de costes se producen en un momento dado, existen una serie de gastos que se irán realizando a lo largo de los años de vida útil del automóvil. Estos gastos incluyen tanto los gastos directamente relacionados con la conducción, como pueden ser la gasolina, los peajes y los tickets, como las posibles reparaciones que puedan surgir, el seguro y la limpieza del coche. 

Coste de reventa o valor residual 

El valor de reventa, también conocido como valor residual de un coche, resulta elemental en el cálculo del TCO. Además, puede determinar el mejor momento para sustituir un coche de la flota, teniendo en cuenta factores como la cantidad de dinero que puede aportar un coche en su reventa, el kilometraje y la antigüedad del vehículo.

¿Es posible reducir el TCO?

Una conducción agresiva, el mantenimiento inadecuado del coche y muchos otros detalles pueden acabar incrementando el Coste Total de Propiedad de los vehículos de una flota. Para evitar este aumento innecesario y además, reducir en la medida de lo posible los costes, vamos a dejar una serie de consejos que puedes seguir para gestionar más eficientemente tu flota.

  • Mantenimiento preventivo: es el primer paso para reducir el TCO. Una revisión periódica del estado de los vehículos, el seguimiento y control de los niveles de líquidos y un registro actualizado de los calendarios de mantenimiento pueden evitar muchos disgustos y averías innecesarias, que solo aumentarían los gastos. 
  • Buenos hábitos de conducción: una conducción eficiente y que siga la normativa no solo reduce la posibilidad de accidentes y sanciones, sino que previene el desgaste prematuro de componentes como los neumáticos. Además, también puede influir en el consumo de combustible, optimizándolo. 
  • Fiscalidad: los cambios de normativa, el auge de los vehículos con etiqueta ECO o cero emisiones, etc. son cambios que conviene prever, con el fin de ser capaces de adaptar la flota a las novedades del entorno. 

¿Cuál es el coste real de un coche?

Si quieres saber cuál es el coste real de un vehículo, es interesante que trates de calcular el gasto que genera su uso por cada kilómetro conducido. Esto incluye tanto el precio de adquisición como los gastos de mantenimiento, los impuestos que han de ser abonados, el combustible, la amortización, el seguro… y la suma de estos datos deberá ser dividida entre el número de kilómetros que recorra el coche a lo largo del año. Se trata de un cálculo relativamente sencillo y que se puede realizar personalmente, empleando plantillas de Excel. En España, se estima que el coste ronda los 0,31€ por kilómetro. 

A diferencia del TCO, este valor no incluye el posterior valor de reventa del vehículo. Tampoco incluye el coste de oportunidad que puede suponer el uso del coche, pero sí que tiene en cuenta la depreciación que sufre con su uso. En nuestra guía Cómo calcular el gasto por kilómetro de un coche podrás encontrar más información acerca de este coste. 

Conclusión

Ahora que ya sabes qué es el Coste Total de Propiedad y qué funciones cumple, estás un paso más cerca de conocer todo lo que has de saber sobre la gestión de flotas. Te animamos a echar un vistazo a nuestra oferta de vehículos de renting si estás pensando en ampliar o renovar tu flota. Y si lo que quieres es dar un paso más, te invitamos a probar nuestro servicio de gestión de flotas de manera gratuita. 

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