26 Abril, 2019
¿Qué motor y acabado elegir para mi Toyota C-HR?

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Simula tu rentingLa industria del automóvil cambia constantemente para adaptarse a los gustos de los clientes. Lo que hoy es tendencia y fuente de enormes ingresos, mañana puede quedar postrado al ostracismo y el completo olvido. Pero en el afán por contentar al innumerable potencial de clientes, los fabricantes ahondan en conceptos que mezclan características hasta tal punto, que no se sabe muy bien dónde encaja determinado producto. Precisamente lo que está ocurriendo con los SUV, que en ocasiones cuesta diferenciar según qué modelos de un compacto tradicional, por poner un ejemplo.
Un caso que podemos atribuir al Toyota C-HR, un SUV que se lanzó al mercado a finales de 2016 con el objetivo de romper con lo establecido en muchos apartados. El primero y más notorio es, por si cabe alguna duda, su diseño. Puede gustar más o menos, pero se trata de un automóvil que destaca entre el tráfico por sus formas y además, también por sus colores. Toyota afirmó durante su lanzamiento que el C-HR era la revolución del segmento y todo parece apuntar a que razón no faltaba.
El Toyota C-HR es un enorme éxito de ventas y se posiciona entre las opciones más populares del segmento. Resulta curioso comprobar que arriesgarse puede tener su premio y la firma japonesa arriesgó con el C-HR ya que además de un diseño poco convencional, se apostó descaradamente por la tecnología híbrida que tantas alegrías está dando a la compañía. Más del 70% de las ventas de Toyota son coches híbridos así que el movimiento parece tener su lógica, que por si fuera poco, parece que será copiado por algunos fabricantes.
Sólo un motor disponibles, y es híbrido
Recuperando el hilo que tratábamos al comienzo, ese de las pocas diferencias entre distintos tipos de coche, con el Toyota C-HR nos encontramos con un SUV que no parece un SUV. Podría pasar por un coche compacto de diseño atrevido y poco común, pues tanto dimensiones como las soluciones empleadas o su versatilidad general, apuntan hacia ese camino. Es por tanto un vehículo pensado para circular por asfalto el 99% del tiempo y aunque permite alguna escapada fuera del mismo, toda senda que no sea casi totalmente lisa es un problema. Las suspensiones, el equipo de ruedas y el talante general del modelo no invitan a experimentos. Esto sin contar con un paragolpes delantero muy cerca del suelo y un grupo motriz poco adaptado a todo lo que no sea asfalto.
Dicho grupo motriz consiste, únicamente, en un propulsor híbrido con cambio automático y tracción delantera. No existe en el catálogo español ninguna otra opción (en otros países si la hay). Este motor se toma prestado del Toyota Prius y se compone de un propulsor de gasolina con cuatro cilindros y unos 1.800 centímetros cúbicos que rinde 98 CV, asistido por un grupo eléctrico con 72 CV. En conjunto rinden 122 CV y cuentan con un cambio tipo CVT, de variador contínuo, que marca sobremanera la personalidad del coche.
Las prestaciones son más que suficientes para la gran mayoría de conductores, moviendo el coche con cierta soltura pero sin ningún tipo de aspiración deportiva. No obstante, ofrece una serie de ventajas que con los tiempos que corren resultan mucho más interesantes y rentables que las prestaciones. Por un lado, el consumo anunciado por Toyota es de 3,8 litros cada 100 kilómetros en uso combinado, una cifra que no está muy alejada de la real ya que resulta sencillo lograr consumos que ronde entre los cuatro y los cinco litros. Por otro lado, el Toyota C-HR luce el distintivo ECO de la Dirección General de Tráfico, con todas las ventajas que ello conlleva.
Buen equipamiento y muy personalizable
El Toyota C-HR también juega otras bazas más interesantes que las prestaciones, con una lista de equipamiento que no deja nada al azar y diversas opciones de personalización. Esto último, parece que cobra cada día mayor peso en los productos que lanzan las marcas, o al menos en algunos modelos y se coloca, junto a la conectividad, como uno de los apartados que más demandan los usuarios. Con esto también se entiende algo mejor la decisión de ofrecer un único propulsor con una potencia que supera por poco la centena.
Así, el catálogo del Toyota C-HR se compone de cuatro acabados: Active, Advance, Style Plus y Dynamic Plus. Todos ellos combinados única y exclusivamente con el propulsor híbrido disponible con cambio automático. El escalón de entrada, el acabado Active, es quizá el menos interesante estéticamente al prescindir de ciertos detalles de la carrocería y montar unas llantas con diseños más sencillos, pero su equipamiento no desmerece. Desde este acabado ya se dispone de cosas como el control inteligente de luces de carretera, la cámara de visión trasera, el control de crucero adaptativo o el avisador de cambio involuntario de carril por poner unos ejemplos. Las llantas son de 17 pulgadas, los retrovisores son eléctricos y las luces diurnas LED.
La siguiente opción, el acabado Advance, supone un salto importante respecto al Active y a simple vista ya se notan las diferencias. Las llantas por ejemplo, pasan a ser de 18 pulgadas y con diseño mucho más atractivo, se incluye el sistema de ayuda al aparcamiento, así como detalles que elevan la calidad del conjunto muchos enteros, tales como los asientos calefactados, el detector de ángulo muerto, alerta de tráfico trasero o dos paquete opcionales con elementos que merecen la pena tener en cuenta. Por un lado, el ‘Pack Plus’ con equipo de iluminación LED, intermitentes ‘dinámicos’ o un equipo de sonido JBL. Por otro lado, está el ‘Pack Luxury’ que suma la tapicería de piel negra, la pintura bitono (techo en color negro) y todo lo incluido en el ‘Pack Plus’.
El acabado Style Plus se centra en otorgar un mayor estilo estético al C-HR, como bien deja claro su denominación. Así, sobre el acabado descrito anteriormente se añaden elementos como la tapicería de cuero parcial de color marrón, inserciones en el interior del mismo tono marrón y el equipo de sonido JBL. Además, todo el sistema de luces incorpora tecnología LED, con faros de ajuste dinámico, indicadores de dirección secuenciales o luces antiniebla. Y como colofón a la gama, queda el acabado Dynamic Plus, que además también podría considerarse como el más deportivo. Sumado al Style, el Dynamic Plus tiene embellecedores exteriores en los paragolpes y en las taloneras, pintura bitono y un color exclusivo, mientras que cambia la tapicería por cuero negro, una línea interior decorativa en color plata y elementos en negro piano.
Conclusión/Opinión
Cuando nos proponemos buscar un coche nuevo y nos encontramos con unas posibilidades tan amplias como las que ofrece el Toyota C-HR, se hace complicado elegir. ¿Nos quedamos con un acabado medio y algunos extras, o uno más alto que ya tenga casi todo? En esta ocasión, me voy a decantar por dos opciones: Advance y Style Plus. El primer parte de los 25.600 euros y el segundo de los 27.900 euros. Si no buscas un coche muy personalizado ni quieres nada especial o fuera del equipamiento de serie, el Toyota C-HR Advance es tu coche. Es posible añadir un gran número de accesorios, aunque para eso es mejor pasar al Style Plus.
El Toyota C-HR Style Plus, aunque viene muy equipado, es una buenísima base para configurarlo casi a medida; hay tres opciones de llantas a elegir, tapicería negra de cuero/Alcántara, Pack Sport (embellecedores de carrocería), Pack Urba (embellecedores muy similares a los equipados por el Dynamic Plus), Pack SUV (embellecedores estilo campero), carcasas para los espejos laterales, embellecedores para las llantas o molduras cromadas para la carrocería por poner unos ejemplos, pues la lista es bastante larga. Si te parece poco, para el habitáculo existe otra lista igual de nutrida con diferentes soportes para tabletas y su cableado (integrado en opción), cajas portaobjetos plegables, nevera portátil, alfombrillas… pero ojo, que si nos dejamos llevar la factura subirá mucho. El Pack Sport, por ejemplo, cuesta 1.300 euros, las carcasas para los espejos 120 euros, el navegador 850 euros, la tapicería de cuero y Alcántara 1.500…
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