14 Junio, 2019
Guía para comprar un coche eléctrico
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Simulador Renting de cochesIntentar imaginar un mundo sin contaminación donde todo el mundo tiene una poderosa conciencia ecológica, gracias a una evolución que ha permitido la explotación de recursos renovables, es querer ver un futuro todavía muy lejano. Por suerte, estamos dando los primeros pasos en un camino que será largo y tedioso, pero todo un comienzo, por difícil que éste sea. No obstante, la industria del automóvil es especialista en romper tabús y con un potencial innovador casi sin igual, marcará el camino hacia nuevas tecnologías respetuosas con el medio ambiente. De hecho ya ha comenzado el periplo cuyo final se encuentra junto a la despedida definitiva del motor de combustión interna.
Uno de los mayores retos del Siglo XXI será la implementación de energías renovables y respetuosas con el medio ambiente, comenzando por el abandono de los combustibles fósiles. Será un trabajo arduo, extremadamente complicado, pero no por ello imposible. Ya se pueden ver los primeros resultados circulando por las calles; los Nissan Leaf, Renault ZOE, smart EQ y por supuesto los SUV eléctricos de Audi y Mercedes o el mayor abanderado de la energía de los electrones: Tesla Motors. La industria de la automoción vuelve a tirar del carro y las inversiones en I+D dan sus frutos. No es la primera vez, ni tampoco será la última.
Sin embargo los usuarios siguen sin confiar totalmente en las nuevas tecnologías. No sirven los datos publicados por la Agencia Europea del Medio Ambiente, donde se afirma que el 15% de la contaminación atmosférica procede del transporte por carretera. Tampoco parece servir los menores costes anuales de las nuevas tecnologías y las mayores facilidades para circular; los vehículos con motor convencional siguen copando el grueso de todas las ventas, aunque los híbridos ganan adeptos cada día.
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El principal problema es la falta de información
Toda nueva tecnología ha iniciado sus pasos con dudas y escepticismos, junto a costos muy elevados. Sólo fíjate en internet y su expansión. Ahora, conectarse a la red para cualquier cosa es lo más normal del mundo, hasta el punto de resultar fuera de lo común encontrarse a alguien que no hace uso de la ‘World Wide Web’. Pero cuando comenzó su implantación lo extraño y sorprendente, era visitar un hogar con conexión, sobre todo por la escasez de contenido visitable y los disparados precios. Por entonces, la tarifa plana brillaba por su ausencia y un cobro por uso (por minutos) era la desproporcionada tónica. Y la velocidad de carga hoy sería inadmisible, requiriendo varios minutos para mostrar una simple imagen de un puñado de kilobytes.
Hoy día, y de cara al futuro, internet es indispensable en un hogar y ocurrirá lo mismo con los vehículos de motor eléctrico. Sólo necesitan tiempo y confianza por parte de los usuarios. El caso es que la confianza requiere antes de información que permita conocer los beneficios de una nueva tecnología, algo que precisamente no está sucediendo. Se trata del principal problema que está encontrando el coche eléctrico para asentarse definitivamente en el mercado, a pesar del esfuerzo de algunos fabricantes y del contenido tecnológico de dichos automóviles. Actualmente hay opciones en el mercado con más de 400 kilómetros de autonomía y la posibilidad de tener el 80% de esa autonomía con sólo 30 minutos conectado a la corriente. Además, son las mejores opciones para moverse por el centro de las grandes ciudades y su coste de mantenimiento es notablemente inferior. ¿Sabías todo esto?
También es muy común encontrarse con falta de información sobre infraestructura, sobre precios y hasta sobre los beneficios que tienen los coches eléctricos, entre los que podemos destacar el distintivo CERO de la Dirección General de Tráfico. Es decir, son los únicos vehículos (junto a los híbridos enchufables) que no se ven afectados por cortes de circulación, tampoco tienen obligación de pagar la tarifa en zonas de estacionamiento regulado y para rematar, tienen ayudas a la compra desde el gobierno central.
Precios más accesibles y una mayor oferta
Al igual que ocurrió con internet durante sus primeros pasos, el mayor ‘handicap’ del coche eléctrico ha sido el precio. Comparado con los automóviles convencionales, un coche eléctrico era muy caro y no ofrecía nada similar, más bien al contrario. Se trata de una situación lógica, pues la tecnología de los eléctricos requería de mayor inversión al ser en gran parte nueva, mientras que los coches convencionales evolucionan sobre una base que lleva desarrollándose más de 100 años. El nivel de ventas, incomparable por número de unidades anuales, también jugaba a favor de los vehículos con motor de combustión. Pero entre 2012 y 2017, los precios de los coches eléctricos bajaron un 71%. Sólo cinco años de evolución ha permitido a los fabricantes rentabilizar mejor la inversión. Y cinco años son poco tiempo en la industria del automóvil, cuyos productos tienen una vida comercial de entre cinco y siete años, con procesos de desarrollo que se alargan hasta cuatro o cinco años.
Con el paso del tiempo estos precios bajarán todavía más, hasta equipararse con los vehículos convencionales. Es el mismo proceso que, sin ir más lejos, sufrió el motor turbodiésel. Al principio eran opciones caras, pero con el aumento de las ventas fueron ofreciendo mejores tarifas. Las ayudas a la compra desde los gobiernos también sirven para que la tecnología se haga más popular y al mismo tiempo, se amplíe la oferta disponible. Precisamente lo que estamos viendo actualmente, que se ha pasado de poder acceder a dos o tres modelos con prestaciones modestas, a tener máquinas que incluso anuncian más de 1.000 CV. Sí, son coches tremendamente exclusivos y fabricados por empresas que sólo conocen los más fanáticos del automóvil, pero es un ejemplo de hasta donde se puede llegar en un futuro que esperemos, esté muy cerca. Si miramos el mercado ‘de masas’ veremos que hay mucho donde elegir y que además, seguirá creciendo: Audi, Aston Martin, BMW, Citroën, Hyundai, Jaguar, KIA, Nissan, Opel, Peugeot, Porsche, Renault, smart, SEAT, Tesla y Volvo. Estas son las principales marcas que actualmente tienen coches eléctricos en catálogo.
¿Qué es un coche eléctrico y cómo funciona?
Pero, ¿sabemos qué es un coche eléctrico? Para muchos es una lavadora con ruedas (expresión, literal, que se puede encontrar en cualquier foro o red social), definición poco acertada aunque muy gráfica en cuanto a percepción que algunos usuarios tienen de esta nueva opción en la industria. También es un aparente menosprecio a una tecnología que está llamada a ser el futuro del automóvil y que resulta mucho más eficaz y eficiente que el motor de combustión interna. Este último sólo aprovecha el 40% de la energía que se produce durante la quema del combustible y sólo hay dos o tres motores en el mercado que alcancen esta cifra (en general, la media ronda entre el 30 y el 35%). Sin embargo, el motor eléctrico aprovecha el 95% de la energía. Las comparaciones son odiosas, pero así es la realidad.
Básicamente, un coche eléctrico es aquel que tiene un motor que funciona con electricidad. En lugar de un depósito de combustible tiene una batería (enorme y muy pesada) y en lugar de usar una manguera para repostar, se necesita un cable y un enchufe, como se hace con un teléfono móvil o un ordenador portátil. Como en otras ocasiones, incorpora un sistema que recarga la batería durante los trayectos (cuando se deja de acelerar, cuesta abajo, al frenar…) y como particularidad, no emite sonido durante su funcionamiento. Características que en debido a una ley de la Comunidad Europea, desaparecerá. Los coches eléctricos y los híbridos estarán obligados a emitir algún tipo de sonido cuando circulen por ciudad para evitar atropellos.
Esa misma batería que alimenta el motor eléctrico provee de energía a otros sistemas como la calefacción, la dirección asistida, la iluminación, la pantalla del sistema multimedia y a todos los asistentes a la conducción, por nombrar algunas cosas. Sólo consume energía cuando circula o cuando tiene encendido algún elemento como los mencionados y no tiene caja de cambios. Su conducción es igual a la de un coche convencional con cambio automático, pero no existe caja de cambio como tal. Esto se debe al funcionamiento del motor eléctrico, que entrega su par máximo desde que se pone en funcionamiento y no requiere que se cambien los desarrollos. Otro apartado interesante de los coches eléctricos es el acelerador, que dicho de forma sencilla, funciona en dos direcciones. Cuando aceleramos el coche avanza al pasar corriente al motor y hacer que este accione las ruedas, pero al levantar se produce un efecto freno que se incrementa cuanto más soltamos el pedal y en algunos casos se puede configurar. Marcas como BMW o Nissan han evolucionado esta función hasta permitir la conducción sin usar el pedal del freno.
Para comprar un coche eléctrico hay que mirar otras cosas aparte del vehículo
Si todavía no has conducido un coche eléctrico te recomendamos que no pierdas la oportunidad, ya que resulta muy satisfactorio. Son coches muy silenciosos, extremadamente agradables de manejar y contundentes en la entrega de potencia. Para un usuario normal, ajeno al mundo del automóvil, puede ser un mundo aparte y justo lo que él necesita para el día a día. De hecho, la compra de un coche eléctrico depende mucho del uso que vaya a tener el vehículo.
Por ejemplo, si necesitamos un vehículo para viajar largas distancias diariamente, el coche eléctrico queda descartado. Es cierto que hay modelos con autonomías homologadas de hasta 600 kilómetros, pero son coches muy caros y todavía no se dispone de infraestructura suficiente para poder recargar sus baterías. Además, la tecnología actual no permite cargar muy rápidas y siempre necesitaremos paradas de mínimo 20 ó 30 minutos. En el lado opuesto, la circulación exclusivamente por poblado, está la mejor baza actualmente de los eléctricos. Los modelos a los que puede acceder la mayoría del público no tienen más de 300 kilómetros de rango (algunos dicen que 400 km) y según los estudios que han hecho al respecto, un usuario medio no hace más de 50 ó 60 kilómetros diarios. Recorridos que se realizan en zonas donde los cargadores, tanto privados como públicos, son más abundantes.
Según la web Electromaps (especializada en mapeo y consejos para coches eléctricos), en España hay 4.570 puntos de recarga para coches eléctricos, un dato imprescindible si no queremos quedarnos tirados sin batería. Son, efectivamente, muy pocos, aunque ya se está rectificando mediante diversos proyectos como el ‘Smart Mobility’ iniciado por Iberdrola, que planea tener 25.000 puntos de recarga en hogares, empresas y zonas urbanas e interurbanas en 2021. También es interesante conocer qué tipos de conectores hay y la potencia que admite el coche que nos interesa.
Tipos de conectores y cómo afecta en el día a día
La popularidad de los coches eléctricos conlleva el auge de otros sectores que viven indirectamente. El más importante es el que rodea las cargas y las baterías. Éstas últimas afectan al usuario en lo que atañe a la autonomía y la durabilidad sin que se pueda hacer realmente nada, pero no así lo referente a las cargas, que puede ser un quebradero de cabeza debido a los diferentes tipos de conectores que en muchos casos son incompatibles entre sí. La categorización de estos conectores la establece la Comisión Electrotécnica Internacional a través de la norma IEC 62196. Hay cuatro tipos:
- Modo 1. Carga en ‘corriente alterna’ (CA) destinado principalmente a dispositivos pequeños. No se emplea en los coches eléctricos.
- Modo 2. Realiza carga lenta en ‘corriente alterna’ desde enchufe doméstico. Solución transitoria mientras se desarrollan y popularizan otros métodos de carga.
- Modo 3. Solución en ‘corriente alterna’ para uso estándar diario. Incorpora un sistema que permite control sobre la carga y también ofrece posibilidad de carga semi rápida con potencias entre 15 y 40 KW.
- Modo 4. Utiliza ‘corriente contínua’. Permite recargas super rápidas con potencias de 40 kilovatios en adelante.
Estos modos que hemos enumerado son de uso común, por así decirlo. Son soluciones estandarizadas como lo es la colocación de los pedales, la situación del mando de los intermitentes y cosas así. La estandarización permite un uso y una comercialización indiferentemente de la región y el idioma, algo que los conectores necesitan cambiar. Actualmente no hay una solución estándar para el conector de los cargadores y cada cual apuesta por la solución que más le interesa. Los conectores para la carga de coches eléctricos más extendidos usan el ‘Modo 3’ y el ‘Modo 4’ antes descritos.
Actualmente hay cinco conectores en uso dentro del sector: MENNEKES y CCS-combo 2 desde Europa, SAE J1772 y CCS-Combo 1 desde Estados Unidos y GB/T en China. Estados Unidos y Europa se coordinaron y desarrollaron el sistema ‘Combined charging System’ (CCS) que incluye carga en corriente alterna y continua, siendo el ‘Combo 1’ una solución para Estados Unidos y el ‘Combo 2 para Europa, cuya diferencia radica en la posibilidad de conexión trifásica del último. Se trata de una apuesta para estandarizar los conectores que tiene contrapartida el sistema ‘Guobiao GB/T’ desarrollado en China. Además, se anunció el desarrollo de una nueva generación de este conector para recargas ultrarápidas (900 Kw a 600 amperios).
Otro conector bastante extendido es el CHAdeMO (de origen japonés), que tiene la particularidad de permitir el paso de corriente en dos direcciones, es decir, de infraestructura a coche y de coche a infraestructura. Tesla también tiene su propio sistema que se ha encargado de repartir por medio mundo en forma de Supercargadores.
Esto quiere decir que si decides comprarte un coche eléctrico, además de conocer la situación de los cargadores más cercanos a tu domicilio (como poco), también tendrás que saber si son compatibles con el coche que te quieres comprar. De todas formas, es bastante normal que un mismo vehículo admita varios tipos de conectores, permitiendo algo más de libertad a la hora de ‘repostar’ la batería. A continuación, algunas compatibilidades, aunque en Europa y por tanto también en España, se está estandarizando el MENNEKES para cargas en ‘corriente alterna’ y el CCS para cargas rápidas en ‘corriente continua’.
- Conector SAE J1772. Compatible con modelos de Opel, Nissan, Mitsubishi, Ford, Citroën y KIA.
- Conector MENNEKES. Compatible con modelos de BMW, Renault, Volvo, VW, Mercedes, Porsche y Tesla.
- Conector CCS. Compatible con modelos de Audi, BMW Porsche, Mercedes y Volkswagen.
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