Dirección asistida
La dirección asistida es un sistema de ayuda a la conducción, disminuyendo la fuerza que debe realizar el conductor al girar el volante de su vehículo.
¿Qué es la dirección asistida?
La dirección asistida es un sistema que ayuda al conductor a girar el volante con menos esfuerzo, proporcionando una mayor comodidad y control durante la conducción.
Este sistema utiliza una variedad de métodos para asistir al conductor, como la asistencia hidráulica, eléctrica o electromecánica.
¿Cómo funciona la dirección asistida?
Asistencia hidráulica: En sistemas hidráulicos, una bomba impulsada por el motor suministra presión hidráulica a un cilindro que asiste en el movimiento del volante.
Asistencia eléctrica: En sistemas eléctricos, un motor eléctrico asiste al movimiento del volante según la demanda del conductor. Este tipo de sistema es más eficiente en términos de consumo de energía.
Asistencia electromecánica: Este sistema combina elementos eléctricos y mecánicos para proporcionar asistencia al volante. Utiliza sensores y un motor eléctrico para ajustar la asistencia según las condiciones de conducción.
¿Cada cuánto debe cambiarse el líquido de dirección asistida?
Para que este sistema funcione correctamente, el líquido de dirección asistida necesita cambiarse cada 2 años y 100.000 km como máximo. Aun así, es recomendable hacer revisiones de mantenimiento periódicas.
Tipos de dirección asistida
Existen tres tipos de dirección asistida, diferentes en su funcionamiento pero igual de eficaces.
1. Dirección asistida hidráulica
2. Dirección asistida electrohidráulica
3. Dirección asistida eléctrica (EPS)
¿Qué sucede si falla la dirección asistida?
En caso de falla en el sistema de dirección asistida, el volante se volverá más difícil de girar y requerirá un esfuerzo físico considerable por parte del conductor para maniobrar el vehículo. Es importante mencionar que la dirección asistida suele estar respaldada por un sistema de dirección convencional, lo que permite seguir conduciendo el vehículo de manera segura en caso de fallo del sistema asistido.
Además, hay que tener en cuenta que la dirección asistida ayuda a reducir el esfuerzo necesario para girar el volante, especialmente a bajas velocidades, lo que facilita la conducción. Sin embargo, si no funciona correctamente, esto también puede generar los siguientes problemas:
Mayor esfuerzo al girar el volante: Sin la ayuda de la dirección asistida, el volante se vuelve mucho más duro y difícil de mover, especialmente al girar a bajas velocidades o al estacionar. Esto hace que conducir sea más agotador y difícil, sobre todo para personas con menos fuerza física.
Desviaciones en el control de la dirección: En algunos casos, la falla de la dirección asistida puede hacer que el volante se sienta irregular o que se desvíe hacia un lado, dificultando el control de la dirección y aumentando el riesgo de accidentes.
Problemas con el sistema hidráulico o eléctrico: Dependiendo del tipo de dirección asistida (hidráulica o eléctrica), la falla podría estar relacionada con la pérdida de presión hidráulica o con una avería en el sistema eléctrico. En cualquiera de los casos, el sistema deja de proporcionar el apoyo necesario para facilitar el giro del volante.
Peligro en maniobras de emergencia: Si la dirección asistida falla en una situación de emergencia, como al tener que esquivar un obstáculo o maniobrar rápidamente, el conductor podría no tener la misma capacidad de reacción y control, lo que incrementa el riesgo de colisiones.
Es importante que, si se detecta algún signo de falla en la dirección asistida, como ruidos extraños, dificultad al girar el volante o pérdida de sensibilidad, se lleve el vehículo a revisión lo antes posible. Un diagnóstico temprano y una reparación adecuada son esenciales para evitar problemas más graves y garantizar la seguridad al conducir.
¿Cada cuánto debe cambiarse el líquido de dirección asistida?
Para que este sistema funcione correctamente, el líquido de dirección asistida necesita cambiarse cada 2 años y 100.000 km como máximo. Aun así, es recomendable hacer revisiones de mantenimiento periódicas.
Tipos de dirección asistida
Existen tres tipos de dirección asistida, diferentes en su funcionamiento pero igual de eficaces.
Dirección asistida hidráulica.
Dirección asistida electrohidráulica
- Dirección asistida eléctrica (EPS)
¿Qué sucede si falla la dirección asistida?
En caso de falla en el sistema de dirección asistida, el volante se volverá más difícil de girar y requerirá un esfuerzo físico considerable por parte del conductor para maniobrar el vehículo. Es importante mencionar que la dirección asistida suele estar respaldada por un sistema de dirección convencional, lo que permite seguir conduciendo el vehículo de manera segura en caso de fallo del sistema asistido.
Además, hay que tener en cuenta que la dirección asistida ayuda a reducir el esfuerzo necesario para girar el volante, especialmente a bajas velocidades, lo que facilita la conducción. Sin embargo, si no funciona correctamente, esto también puede generar los siguientes problemas:
Mayor esfuerzo al girar el volante: Sin la ayuda de la dirección asistida, el volante se vuelve mucho más duro y difícil de mover, especialmente al girar a bajas velocidades o al estacionar. Esto hace que conducir sea más agotador y difícil, sobre todo para personas con menos fuerza física.
Desviaciones en el control de la dirección: En algunos casos, la falla de la dirección asistida puede hacer que el volante se sienta irregular o que se desvíe hacia un lado, dificultando el control de la dirección y aumentando el riesgo de accidentes.
Problemas con el sistema hidráulico o eléctrico: Dependiendo del tipo de dirección asistida (hidráulica o eléctrica), la falla podría estar relacionada con la pérdida de presión hidráulica o con una avería en el sistema eléctrico. En cualquiera de los casos, el sistema deja de proporcionar el apoyo necesario para facilitar el giro del volante.
Peligro en maniobras de emergencia: Si la dirección asistida falla en una situación de emergencia, como al tener que esquivar un obstáculo o maniobrar rápidamente, el conductor podría no tener la misma capacidad de reacción y control, lo que incrementa el riesgo de colisiones.
Es importante que, si se detecta algún signo de falla en la dirección asistida, como ruidos extraños, dificultad al girar el volante o pérdida de sensibilidad, se lleve el vehículo a revisión lo antes posible. Un diagnóstico temprano y una reparación adecuada son esenciales para evitar problemas más graves y garantizar la seguridad al conducir.
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