16 Marzo, 2020

¿Qué sucede al final del renting?

La industria del automóvil no se encuentra en un buen momento, las ventas caen mes a mes sin que hay todavía un remedio para evitar el problema. Cabe recordar que del sector viven muchas familias y el descenso de las ventas puede repercutir en esas familias. Sin embargo, gracias a los coches de renting, la caída de las ventas es menor y el panorama se mantiene un poco más estable. Esto se debe a que el sector de los coches de renting está acogiendo a muchísimos usuarios que han visto esta modalidad, la mejor fórmula para tener un coche.

El renting de vehículos ha crecido mucho durante los últimos años, de hecho, ha parado de crecer hasta el mes de febrero de 2020, cuando ha registrado un mínimo descenso de poco más de 1,70%. Los usuarios confían cada día más en el renting para tener un coche a su disposición, pero todavía tiene muchas dudas con algunos apartados que afectan a los coches de renting. Es cierto que el poder tener un coche, con todos los pagos unificados a excepción del combustible y las multas, está siendo uno de los principales focos de interés. Pero, ¿qué ocurre después del renting?

Una de las preguntas que más se repite cuando un usuario se interesa por el renting, es qué pasa al final, ¿qué ocurre cuando se acaba el contrato? Por lo general, se tiene varias opciones entre las que elegir al terminar el contrato de renting y siempre es el usuario quien decide qué hacer cuando llega este momento.

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Ampliar el contrato tras renting

Opción 1: ampliar el contrato

Los usuarios que opten por un coche de renting, tiene cuatro opciones al finalizar el contrato. La más lógica de todas, o al menos o al menos una de las opciones más lógicas al finalizar el renting, es ampliar el contrato. Es una de las opciones más demandadas y hasta el año 2018 la duración media de los contratos de renting era de 44,86 meses, es decir, casi cuatro años de duración (según datos de la Asociación Española de Renting, AER).

Si el usuario se decide por ampliar el contrato, normalmente el coste suele ser menor respecto al primer contacto, ya que se trata de un vehículo usado cuyo valor es menor debido al uso. No obstante, también se puede seguir con el renting pero firmando un nuevo contrato, en cuyo caso pasaríamos a la segunda opción.

Opción 2: estrenar nuevo coche.

Opción 2: estrenar nuevo coche.

Hay muchos usuarios que se han decantado por el renting de vehículos, ya que permiten estrenar coche en repetidas ocasiones y así poder contar siempre con los últimos desarrollos y, algo que resulta vital para otros muchos, con un coche nuevo cada dos años. Sólo con el renting se puede estrenar un vehículo de última generación repetidas veces sin perder dinero con ello.

Estrenar un coche nuevo hace desaparecer, de un plumazo, la opción 1. Al ser un automóvil a estrenar, los costes serán iguales que en el primer caso, es decir, están basados en las condiciones del contrato y en el valor del vehículo que el usuario prefiera.

Opción 3: devolver el coche

Opción 3: devolver el coche

Un renting de vehículos es un tipo de alquiler y por tanto, al finalizar el mismo y no renovar el contrato, el bien alquilado debe ser devuelto. En este caso se alquilan vehículos y estos, deben volver al control de esos propietarios, que son las empresas de renting de vehículos.

Al entregar el vehículo deben cumplirse una serie de condiciones, las cuales figuran en el contrato y han sido aceptadas por el usuario al firmar el mismo. De no cumplirse dichas condiciones, el usuario podría verse afectado por una serie de penalizaciones que generalmente son de valor económico.

Opción 4: Adquirir el coche

Opción 4: Adquirir el coche

Sí, el renting es un alquiler (la palabra “renting” es inglesa y significa alquiler o alquilar), pero puedes quedarte con el coche de renting si así lo deseas. Las empresas de renting, generalmente, ofrecen la posibilidad de comprar el coche que hayamos elegido, aunque es una modalidad más propia del “leasing”.

Para establecer el valor de venta, es la empresa de renting quien pone los medios y el precio, basados en los datos que figuran en el contrato (tiempo de duración, kilómetros pactados…), esto permite que el precio de venta se haya comunicado previamente y el usuario sepa en todo momento el valor que tendrá el vehículo en caso de querer adquirirlo finalmente.