03 Diciembre, 2021

Cómo poner las cadenas de nieve para el coche

Los neumáticos son la parte más importante del vehículo, ya que son el único elemento en contacto con el asfalto. Por lo tanto, resulta fundamental que estén siempre en buen estado y, además, que se adapten a las circunstancias meteorológicas, ya sea por exceso de frío o de calor. Las cadenas de nieve se utilizan principalmente en regiones de montaña o en situaciones excepcionales donde los neumáticos para nieve no son suficientes para circular en las mejores condiciones de seguridad.

Ahora que se acerca la época más fría del año y son muchas las personas que viajan a lugares nevados con sus coches, desde Idóneo hemos preparado una guía perfecta para que tengas todo claro acerca de las cadenas de nieve en el coche.

En qué ruedas se ponen las cadenas de nieve

Las cadenas han de colocarse en las ruedas motrices (las que reciben la fuerza del motor). Es decir, si tu coche es de tracción delantera, como la gran mayoría de vehículos, deberás ponerlas en las dos ruedas delanteras. Sin embargo, si tu vehículo es de propulsión trasera, tendrás que instalarlas sobre los dos neumáticos posteriores. Y, si tu vehículo es de tracción total, lo más conveniente es colocar cadenas en las cuatro ruedas, pero cada sistema de tracción 4X4 tiene sus peculiaridades, por lo que, a veces, puedes instalarlas sólo en un eje.

 

¿Es obligatorio utilizar cadenas de nieve?

Por lo general, suele ser obligatorio el uso de cadenas en las estaciones de esquí y sus alrededores, y siempre que hay temporal y nieve espesa. Lo recomendable es anticiparse y colocar las cadenas antes de que la capa de nieve sea demasiado alta, pero no lo hagas cuando el asfalto aún no está cubierto de nieve porque las cadenas se degradan con más rapidez y pueden dañar el neumático y hasta las suspensiones

 

¿Me pueden multar si circulo sin cadenas?

Todos los vehículos deberán utilizar cadenas de nieve cuando la señalización así lo obligue, a excepción de aquellos que monten neumáticos de invierno con identificación M+S para circular por nieve. De seguir circulando sin cumplir esta normativa te podrán multar con 200 euros (aunque esta infracción no resta puntos). Y aparte de la multa, el riesgo que conlleva.

 

Pasos para poner las cadenas de nieve (metálicas) en las ruedas:

  1. Estas son las cadenas ‘de toda la vida’ y, por ello, tienen la ventaja de su bajo precio. El inconveniente está en su montaje, pues es mucho más engorroso que en el caso de las cadenas modernas de tela o mixtas, por lo que ya pocos conductores las utilizan. El primer paso es estirarlas sobre el suelo para asegurarte de que ningún trozo de cadena se ha enrollado con otro.
  2. Lo incómodo de estas cadenas reside en que debes estirar el cable de acero por detrás de la rueda y enganchar este mecanismo, lo cual hará que te ensucies las manos y los brazos.
  3. Continúa estirando la cadena sobre la banda de rodadura del neumático. Después, desplaza el vehículo unos centímetros para que la rueda ‘pise’ sobre los eslabones y termina de cubrir la rueda con la cadena.
  4. Tras ello, enlaza todos los enganches y tensores: resulta bastante intuitivo saber cuál va con cuál porque, una vez que la cadena está colocada en su posición correcta, sólo hay una forma de que encajen todos a la vez.
  5. Este es el aspecto de la rueda con la cadena montada. Como estas cadenas en concreto tienen tensores automáticos, se ajustarán a la rueda cuando inicies la marcha. En cambio, con unas cadenas más baratas, tendrías que tensarlas manualmente, tras lo cual conviene recorrer unos metros con el coche -con unos 25 m basta-, bajarte del vehículo y volver a tensarlas para ya continuar tu marcha. En cualquier caso, otro inconveniente de las cadenas metálicas, más allá de su dificultoso montaje, está en que arañan las llantas con facilidad, sobre todo si son de aluminio.

Mejores cadenas para la nieve

Existen varios tipos de modelos claramente diferenciados, que conviene conocer antes de cargar con ellos un buen puñado de inviernos. Como ya hemos dicho anteriormente, deben colocarse siempre en las ruedas motrices.

Cadenas metálicas

Son las cadenas para la nieve de toda la vida, las que dan nombre al invento, porque, literalmente, son unas cadenas que envuelven la rueda del coche. Son las más difíciles de montar y ese es su principal inconveniente. Conviene practicar en seco para tener práctica cuando llegue el temporal, y siempre con guantes para proteger las manos del frío.

Cadenas de tela

Son las cadenas para la nieve más populares, pues ocupan poco espacio, son fáciles de montar y no excesivamente caras. En su contra tienen que nos están pensadas para distancias muy largas y que se deterioran con más facilidad que las metálicas. Se deben lavar después de cada uso y acertar con la talla exacta. Apenas interfieren en la conducción y se pueden encontrar a partir de 30 euros.

Cadenas compuestas y otras alternativas

Las cadenas compuestas son en esencia como las anteriores, pero la funda no es de tela, sino de una red de cables de plástico revestidos de material textil. El resultado es un tipo de cadenas para la nieve algo más resistente y, por tanto, un poco más caro (entre 70 y 95 euros). El montaje es similar, pero exige una mayor tensión para ajustarlo al neumático.

Cadenas semiautomáticas

También conocidas como spikes-spider, se componen de una parte fija que va siempre anclada a la llanta y de una parte desmontable que se ajusta con un simple clic. Su gran ventaja es la facilidad de montaje, pero tiene dos cosas en contra: el mucho espacio que ocupan en el maletero y el precio. Entre 200 y 600 euros, casi diez veces más que cualquier otro modelo. Se suelen utilizar en lugares donde la nieve es muy frecuente y su uso es poco menos que diario durante el invierno.

En spray

El espray es la solución más económica y rápida, pero también la menos fiable. Sirve para salir de un apuro si el temporal es débil o para circunstancias muy concretas, como sacar el vehículo de un garaje con la rampa helada, pero no evitarían una multa en la carretera. Las también llamadas cadenas líquidas consisten en un espray que se rocía sobre las ruedas motrices y se deja actuar unos minutos. Nos permite circular unos kilómetros mientras el líquido aplicado se mantiene en el neumático, pero luego hay que volver a recargarlo. Es solo una solución puntual para casos muy apurados. Su precio ronda los siete euros.